jueves, 26 de enero de 2012

Ilusa

Con el sol de frente. Cegándome. Así anduve bastante tiempo que ya no cuenta ni cuento.

Cerraba los ojos convencida de no necesitarlos para ver mejor. Ilusa.

Ahora que todo lo veo nada importa. Estar de más es una repetición constante. La voz que taladra mi cabeza. El malón de tristezas arrasa. ¿Dolerá el mañana? ¿Será un camino sin memoria dejar de estar?

BB

miércoles, 25 de enero de 2012

Fotografía

Cuando no tengo nada que mirar,

ella se aleja bajo el paraguas

que la resguarda de teóricas lloviznas.

No es el viejo puente que la conduce a otro destino.

Son sus pasos que inventan puente, lluvia

y una mirada que la eterniza.

La dueña del instante es otra.

Lejana y sin ganas.

Sin lluvia probable ni protección alguna.

Destructora de puentes y sorda ante destinos.

No escuchar se parece mucho a no creer.

Cuando no tengo nada que mirar,

bajo la vista; ella invita a seguirla.

Se parece a la que fui.

No me reconozco en la que soy.


BB

martes, 24 de enero de 2012

Preocupada

Algo aprendí en este oficio de vivir; cuando te dicen: “no te preocupes” y nombran motivos que no generaban preocupación alguna hasta que lo escuchaste en boca de quien, repite, no te preocupes: PREOCUPATE. Algunos personajes nacieron para no mentir, entonces deslizan la verdad para que la tomes, si la dejás pasar, ellos no se inmutarán porque no saben que dicen verdades disfrazadas. Los prefiero a los estafadores profesionales, a los psicópatas. Esos que en nuestra imbecilidad generalizada por amores idealizados, casi los vemos brillar entre la gente. Son los mismos que a la larga, siempre es a la larga, (a la corta no joden. No logran oscurecernos), se instalan como luces de emergencia en nuestras vidas. Tarde comprobamos que, si logramos huir, nos generaron un corto circuito emocional sin garantía de reparación. Diagnóstico oscuro en amores futuros porque despilfarramos el tiempo. En mi caso hasta los 51 me consideré inmortal y, claro. Sí. Sí. Tengo psiquiatra pero no es maga. Si al menos lo hubiera despilfarrado con varios…

Resumo, estoy a oscuras (y no porque vivo en Villa Devoto). Sin velas a la vista ni encendedor cercano.

Además de preocuparme por aquello que despertó mi alerta al comenzar a escribir este post, me preocupo por esta persona que ya no se encuentra en quien la habita y mirá que estoy diez kilos más vieja.

Uno de los lugares que ya no existen: mi propio cuerpo.

BB